Lo envidio por no saber decir estas cosas, aunque algunas las siento y las pienso.
Me condeno, porque al momento de una discusión me quedo envuelto en mi completa inmediatez y falta de pruebas, buscando ese número que le haga decir al otro "claro, 2 + 2 = 4!!", pero no, el otro no tiene ni la mas mínima ganas de pensar, y mucho menos de escuchar lo que uno dice, no sea cosa que uno empiece a pensar distinto (horror, después vendrán los cambios de preferencia sexual !!!).
Claro los números no están, a veces, y en esos casos hay que seguir pistas en donde nunca aparece el cuerpo del delito, en donde el arma humeante no pinto sino sólo por una estela de humo desdibujada contra el fondo gris de la mediocridad (eso sí, siempre bienintencionda la mediocridad, dicen).
Los números no aparecen claros, o directamente no aparecen, entonces da pie a que nuestro casual oponente se declare unánimemente vencedor ante la mirada atónita de algunos (los menos) y de logro bien merecido de otros.
"Nunca pude, nunca quise, nunca supe ser un héroe" dice la canción, pero yo siempre quise aunque nunca supe ni pude.
Limitaciones humanas, tal vez deba esperar una mutación al estilo X-Men para que esto suceda, o tal vez sucede tan de a poquito que es como dice China Zorrila "uno piensa cuándo va a ser viejo, y un día te levantas te mirás al espejo y decís - Ya soy vejo!". Tal vez un día me levanto, me miro al espejo de la realidad argentina, me veo reflejado en mi familia y digo "ya soy grande, lo logré".
Por el momento no me queda otra cosa que seguir "atenta la neurona" (gracias Tato Bores!!), ejercitando el análisis, la credibilidad y el método (científico ?) como para poder llegar a ser.